jueves, 12 de enero de 2012

A parte 44

Junio 23,  9530 A.C.


Ha pasado un año desde la última vez que vi a Acheron. Maia y yo nos sentamos en el huerto del palacio de verano durante horas esta tarde pensando en él. Preguntándonos lo que estará haciendo. La forma en que estaría pagando. Le dije a Maia que estaba segura de que él estaba bien, pero en mi corazón sabía la verdad. Estaba de todo menos bien. No había dijera lo que le estarían haciendo, mientras nosotras dos estábamos sentadas comiendo aceitunas y queso y jugando en el cálido sol.
 Envié numerosas cartas a Acheron a Atlántida pero habían sido en vano. Nadie me decía nada de él. La doncella que originalmente se había contactado conmigo había muerto en sospechosas circunstancias, al menos eso escuché en una conversación entre mi padre y mi tío no mucho después de que Acheron había vuelto a Atlántida.
Estes no me hablaba desde entonces.
Intenté preguntarle a mi tío en su última visita acerca de Acheron. Él me empujó hacia un lado con amargo desprecio. Él sabe que yo sé lo que está haciendo y ya no me reconoce en lo más mínimo.
Estoy muerta para mi tío. No es que realmente me importe en este momento. Él murió para mí el momento en que vi a mi hermano atado a una cama debido a la avaricia de Estes.
Pero, me preguntó cómo se sentirá Acheron acerca de mí. Si inclusive pensaba en mí. ¿Me odiaría por lo que había sucedido? ¿O estaba tan drogado ahora que ni siquiera recuerda mi nombre?
No podía saberlo.
No tenía esperanza de salvarlo de nuevo. Debido a lo que había hecho, Padre ahora me mantiene en situación de extremo cuidado en todo momento. Ya no tengo la libertad de viajar sin su permiso. Boraxis fue reasignado a limpiar los establos y sustituido con otro guardia que se rehúsa a hablarme.
Inclusive Styxx apenas reconoce mi presencia.
 —¿Cómo puedes dejar que tu propio gemelo sufra así? —Le pregunté apenas una semana después de Acheron había sido enviado a Atlántida.
—Estes nunca haría una cosa así. Se trata de otra de sus mentiras destinadas a hacernos liberar a Acheron. Deberías estar agradecida que no soy rey aún. Te hubiera azotado por ese tipo de traición.
Quería ahorcarlo por su obstinación.
Aún más perturbadores eran los rumores que había oído acerca de problemas políticos entre Grecia y Atlántida. Nuestra tregua parecía estar amenazada. ¿Qué sucedería con Acheron si se reanudaba la guerra? A pesar de que Styxx y Padre lo negaban, Acheron seguía siendo un príncipe griego. Él podría fácilmente ser hecho prisionero y ejecutado...
Me preguntaba si Padre había considerado el hecho de que si Acheron era asesinado, perdería a su precioso Styxx en el proceso. Lo más probable era que había olvidado esa parte de la profecía.
Pero yo la recordaba y me entristecía por el hermano que dudaba volver a ver.
Acheron estaba perdido para mí ahora.
Si sólo pudiera verlo una última vez...

No hay comentarios:

Publicar un comentario